El índice FTSE 100 de Londres fue afectado por la caída del precio del petróleo, que cayó cerca de un 4% en el cierre europeo, lo que pesó sobre las compañías petroleras. Esta caída se produjo en un momento en el que el Reino Unido presentó su presupuesto para el año fiscal 2021-2022.
A pesar de esta caída, el índice FTSE 100 de Londres cerró con una ligera subida, lo que demuestra la resiliencia de la economía británica. Esta subida se debió principalmente a la fuerte demanda de acciones de empresas relacionadas con la tecnología, como Microsoft y Apple. Estas empresas han sido una de las principales fuentes de crecimiento para el índice FTSE 100 durante el último año.
Además, el índice FTSE 100 también se benefició de la fuerte demanda de acciones de empresas relacionadas con el sector inmobiliario, como Persimmon y Taylor Wimpey. Estas empresas han visto un aumento en su valor de mercado debido a la fuerte demanda de viviendas en el Reino Unido.
El presupuesto del Reino Unido para el año fiscal 2021-2022 también contribuyó a la subida del índice FTSE 100. El presupuesto incluye una serie de medidas para apoyar a las empresas y los trabajadores, como la reducción de impuestos para las empresas y el aumento del salario mínimo. Estas medidas han ayudado a mejorar el sentimiento de los inversores hacia el índice FTSE 100.
Además, el índice FTSE 100 también se ha beneficiado de la recuperación económica general en el Reino Unido. La economía británica ha visto una recuperación sólida desde el inicio de la pandemia, lo que ha ayudado a impulsar el índice FTSE 100.
En conclusión, el índice FTSE 100 de Londres ha demostrado ser una fuente de estabilidad para los inversores durante la pandemia. La fuerte demanda de acciones de empresas relacionadas con la tecnología, el sector inmobiliario y el presupuesto del Reino Unido han ayudado a impulsar el índice FTSE 100. Además, la recuperación económica general en el Reino Unido también ha contribuido a la subida del índice FTSE 100. Esto demuestra que el índice FTSE 100 de Londres es una fuente de estabilidad para los inversores en tiempos difíciles.