El Ministro de Asuntos Exteriores ha hecho pública una comunicación esperanzadora y apañada de una audaz invitación para el desarrollo de los acuerdos de paz. El Ministro señaló que el objetivo es buscar un diálogo con el fin de una solución pacífica.
Durante la conferencia de prensa expresó con rotundidad que “mientras continúen cayendo las bombas, es muy difícil el avance hacia un diálogo”. Por esto, se definió el acuerdo alcanzado hoy como una primera etapa para la construcción de condiciones que permitan alcanzar el diálogo.
Durante este discurso, además, el Ministro señaló que algunas etapas de la negociación se han realizado y ahora se está trabajando en otros frentes con el fin de llegar al diálogo: incluye tanto el desarme como la lucha contra el terrorismo.
Aunque se ha hablado de la reconciliación como parte de la solución al conflicto, es cierto que antes hay que forjar un camino que cite a todos los involucrados y que se propongan mejoras tangibles para la población. Se expresa que el objetivo no es una reconciliación en la que las personas pierdan sus derechos humanos, sino que se refrenden y protejan además de alcanzar metas como la verdad y la justicia.
No sólo el Ministro de Asuntos Exteriores, sino que otros actores implicados consideran esencial asegurar la «convivencia restaurativa» a partir de la realización de múltiples encuentros, garantizando que la reconciliación llegue de forma adecuada y, especialmente, que el diálogo siga abierto.
La postura es también que aquellas políticas públicas y privadas radicadas en la eliminación de la violencia mantengan también una participación activa para desarrollarse de manera adecuada. Estas mismas noticias fueron respaldadas por una declaración del embajador en el país.
En esta misma línea, se ruega a la población que sea parte del desarrollo del diálogo y el acuerdo de paz, pues éste no es contagioso, sino exige una comprensión y acercamiento. También se estima que una comunicación entre las partes implicadas permitirá naturalizar las actuaciones de todos los involucrados.
A partir de esta ambiciosa propuesta, los países responsables de la implementación de los acuerdos son responsables de mantener un diálogo sin interrupciones, con el objetivo de seguir avanzando y permitir que los ciudadanos vivan en una sociedad más tranquila, paradójicamente, en un lugar donde aún hacen ruido los rifles. Finalmente, se concluyen estas líneas con el convencimiento de que la paz puede ser posible en la región con una apertura de diálogo y la voluntad de avanzar