Durante una sesión del Tribunal de Justicia del Estado de Paraná (TJ-PR), el desembargador Edson Luiz de Queiroz afirmó que “las mujeres están locas detrás de los hombres”. Estas palabras, consideradas por muchos como prejuiciosas y misóginas, han generado una gran controversia y han llevado al Consejo Nacional de Justicia (CNJ) a abrir una investigación en su contra.
El desafortunado comentario del magistrado se produjo durante una discusión sobre la violencia doméstica, un tema de gran relevancia en la sociedad actual. En lugar de abordar el problema de manera seria y responsable, el desembargador decidió hacer una afirmación que no solo es ofensiva, sino que también refleja una visión retrógrada y machista de las relaciones entre hombres y mujeres.
La reacción de la audiencia no se hizo esperar y muchos presentes expresaron su indignación ante las palabras del desembargador. Sin embargo, lo más preocupante es que este tipo de comentarios no son aislados y reflejan una realidad en la que aún existe una desigualdad de género arraigada en nuestra sociedad.
Es importante destacar que la violencia doméstica es un problema grave que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja en algún momento de su vida. Además, la OMS estima que en América Latina y el Caribe, el 41% de los feminicidios son cometidos por la pareja o expareja de la víctima.
Ante esta realidad alarmante, es inaceptable que un magistrado, encargado de impartir justicia y proteger los derechos de todos los ciudadanos, haga comentarios que minimizan y trivializan un problema tan grave como la violencia de género. Las palabras del desembargador son una muestra más de cómo el machismo y la misoginia aún están presentes en nuestra sociedad y en las instituciones encargadas de velar por la justicia y la igualdad.
Por su parte, el CNJ ha tomado medidas inmediatas y ha abierto una investigación contra el desembargador por su comentario considerado “preconceituoso y misógino”. Esta acción es un paso importante en la lucha contra la discriminación de género y envía un mensaje claro de que este tipo de actitudes no serán toleradas en el sistema judicial.
Es fundamental que los responsables de impartir justicia tengan una formación adecuada y una visión actualizada de la realidad social en la que vivimos. No podemos permitir que comentarios como el del desembargador Queiroz pasen desapercibidos o sean considerados como una simple “broma”. La violencia de género es un problema serio y debe ser abordado con la seriedad y la sensibilidad que merece.
Además, es importante que todos, como sociedad, tomemos conciencia de que el machismo y la discriminación de género no tienen cabida en una sociedad moderna y equitativa. Debemos educar a nuestras hijas e hijos en valores de igualdad y respeto, y promover una cultura de no violencia en todas las esferas de la vida.
En definitiva, el comentario del desembargador ha generado una importante discusión sobre la igualdad de género y la violencia contra las mujeres. Esperamos que este incidente sirva como un llamado de atención para que se tomen medidas concretas para erradicar el machismo y la discriminación de género en nuestra sociedad. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria para todas y todos.